Generalmente, los materiales blancos reflejan más la luz que los oscuros, y esto también es cierto para los edificios y la infraestructura. El exterior y el techo de un edificio absorben el calor del sol, pero si están hechos de materiales y acabados en colores más claros o blancos, esto puede minimizar esta absorción solar.
Durante la parte más cálida del año, esto puede mantener más fresca la temperatura dentro del edificio. Esto es especialmente importante para la edificación y los materiales de construcción como el hormigón, la piedra y el asfalto, que almacenan y vuelven a irradiar calor.
Un estudio de Nueva Zelanda probó edificios casi idénticos en Auckland con techo rojo o blanco. Descubrió que incluso en el clima templado de Auckland, los techos blancos reducían la necesidad de aire acondicionado durante los períodos más cálidos, sin reducir la comodidad durante las estaciones más frías.
El estudio también identificó varias instalaciones de techo blanco a gran escala, incluso en el Aeropuerto Internacional de Auckland, centros comerciales y edificios comerciales, pero el efecto fue menos claro.
Esta investigación sugiere que existe la posibilidad de que las instalaciones de techo blanco reduzcan significativamente la cantidad de energía necesaria para enfriar los edificios. Esto, a su vez, reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero y también nos ayudaría a adaptarnos al aumento de las temperaturas.
Es difícil cuantificar el impacto para el parque de viviendas de Nueva Zelanda porque los estudios existentes se limitan principalmente a edificios comerciales más grandes. Pero la investigación realizada hasta ahora sugiere que los techos blancos podrían ser un enfoque viable para minimizar el calor absorbido por los edificios durante las épocas más calurosas del año.
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https://theconversation.com/climate-explained-how-white-roofs-help-to-reflect-the-suns-heat-128918